Por una militancia propositiva
Parecería que en los hechos se considera a la militancia como una actividad subalterna
Parecería que en los hechos se considera a la militancia como una actividad subalterna
Homero M. Bibiloni es abogado, especialista en Derecho Administrativo y Ambiental, docente en grado y postgrado. Exsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable y expresidente de ACUMAR
Humberto Rava fue secretario de Derechos Humanos de la provincia de Tucumán (2010-2015)
Es necesario convertir a la Administración Pública en un ámbito con el cual comprometerse, definiéndolo como un territorio de militancia
Estoy escribiendo esta nota en un contexto regional donde predominan los gobiernos neoliberales, y en ese marco voy a desarrollar mi reflexión sobre la unidad y la militancia. En el sistema neoliberal podemos identificar tres frentes fundamentales con los que operan sobre nuestra sociedad: el económico, el cultural y el institucional. El económico está basado en la defensa del sistema financiero, el cultural trabaja sobre la idea del individualismo y la meritocracia, y el institucional ataca directamente a nuestras instituciones y a la práctica política en general. En este sentido, los partidos políticos se ven afectados: desde la llegada del neoliberalismo a la política no han dejado de corromperlos y deslegitimarlos, vaciándolos de contenido, cuerpo y forma, y transformándolos en muchos casos en una mera herramienta electoral –que no es poca cosa– por la que entramos en disputas feroces o en unidades poco legítimas. Así se desacreditan nuestras herramientas institucionales, logrando alejar la voz del pueblo de quienes en teoría los representan.