Las palabras que diremos

¿Qué otras nuevas palabras, qué otros nuevos sentidos pondrá en circulación este 2020 insólito, aciago, imprevisible? ¿Cómo nos encontrará el año 2021? El cimbronazo histórico que nos tocó en suerte a lo largo de este año evidenció, como nunca, la fragilidad del mundo que pisamos. Pero, por otra parte, el sacudón sirvió para afirmar ideas e ideales, convicciones y prioridades.

Formamos parte de un gobierno peronista, de un movimiento cuyo afán histórico ha sido la ampliación de derechos, la inclusión, el desarrollo de políticas públicas puestas al servicio del otro y de la otra. Y desde ese afán trabajamos.

“Trabajosamente / construyo mi canto / verso a verso / vocablo a vocablo”. Esa copla de Aledo Luis Meloni, poeta insigne del Chaco, puede leerse también como una manera de asumir e interpretar una voz que se aprecia como un estallido de voces, esa pluralidad de voces que se escuchan y se sienten. Los chaqueños y las chaqueñas nos jactamos de ser un pueblo plural, de vivir intensamente la diversidad que nos constituye. También en ese sentido nos movilizamos.

Desde el Instituto de Cultura del Chaco pusimos en marcha, durante 2020, propuestas enmarcadas en políticas públicas inclusivas e integradoras, que sostuvieran, asimismo, el anhelo por la democratización de la actividad cultural, reivindicando y concretando nuestro espíritu pluricultural.

La situación sanitaria y la crisis que provocó la pandemia a nivel económico, social y cultural obligó a resignificar las políticas públicas planificadas para contener al sector, uno de los más castigados por las restricciones sanitarias. Desde el día uno de la pandemia desarrollamos un plan estratégico que permitió generar líneas de financiamiento a través de diversos programas de respaldo y contención, con fondos provinciales y nacionales. Así se planteó en la Asamblea Federal de Cultura del 18 de marzo –realizada ya en formato virtual– donde se puso en claro que la salida de la crisis económica y sanitaria sólo podía concebirse de manera colectiva. Con políticas públicas claras que apuntaran a sostener y fortalecer la actividad cultural, que sabíamos que iba a ser una de las actividades más afectadas.

Nueve meses después, podemos insinuar un balance de lo que representaron y representan –porque están en pleno desarrollo– las diferentes convocatorias nacionales como Puntos De Cultura, Desarrollar, las becas Sostener I y II, como las convocatorias llevadas adelante junto al Inamu, INT y el Fondo Nacional de las Artes. Sólo con las becas Sostener Cultura II, en el Chaco se beneficiaron 792 referentes culturales de todo el territorio provincial, lo que representó un impacto de $23.760.000. Estas medidas permitieron que provincias como las del NEA con recursos propios puedan generar herramientas, convocatorias y agendas que complementen y acompañen las políticas nacionales, y que ofrezcan respuestas a las y los miles de hacedores, gestores y artistas que conforman nuestra identidad, tan diversa y a la vez tan creativa.

Desde el NEA sentimos que comenzamos a transitar nuevos rumbos, que poco a poco la federalización deja de ser una declaración de buenas intenciones y se convierte en políticas públicas sostenidas que permiten no solo dar respuestas necesarias a la emergencia, sino que además aparecen en términos de reparación. Podemos empezar a pensar en horizontes de posibilidades de desarrollo de nuestras culturas regionales en términos más igualitarios. Sabemos lo que cuesta mirar hacia las provincias, hacia el interior, y mantener esa mirada contemplando la diversidad escandalosa y hermosa de la Argentina.

Por eso es fundamental poner en valor la decisión política de aquella asamblea del 18 de marzo –tan lejana que parece, tan de otro mundo– donde empezó a consolidarse la construcción federal y colectiva que, con el mundo a cuestas, se viene realizando. Construcción que, en lo cultural, tiene que ser el sostén identitario de los esfuerzos que hacemos en términos de recuperación de soberanía, de redistribución del ingreso, con las medidas de emergencia y apoyo a los sectores más vulnerados, a las economías regionales, en un contexto de crecimiento de la pobreza por la pandemia.

Tampoco estamos ajenas y ajenos al precioso sismo político y social que provocaron los movimientos de mujeres y feministas de la última década. Sabemos que en esa revolución se juega buena parte de nuestro futuro, y sabemos que de esa revolución surgirá una manera inédita de hacer política. Sabemos que estamos en el centro mismo de una luminosa transformación. Desde el Instituto de Cultura del Chaco esa revolución se vive intensamente y con ansias de protagonismo. No es un dato menor que sea la institución del Estado provincial con mayor cantidad de mujeres en espacios de decisión.

Como pocas veces sentimos este año la necesidad de narrarnos, de interpretarnos, de pensarnos… No sabemos qué palabras, qué sentidos enunciaremos en el futuro inmediato. Pero desde nuestro lugar tenemos la convicción y el propósito de que sean palabras y sentidos elaborados desde nuestra indomable diversidad, desde la identidad sólida y a la vez estallada que nos constituye y reivindicamos. Palabras que siempre sean con todes.

 

Mariela Quirós es presidenta del Instituto de Cultura del Chaco.

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