Somos un proyecto que pone en el centro al ser humano y conoce las necesidades y las diferencias de los diversos territorios

En diciembre de este año termino mi segundo mandato como legisladora porteña. Mi trabajo y el de todo el equipo que me acompaña se enmarcó dentro de una clara perspectiva de derechos, con la expectativa de contribuir a la solución de las necesidades y las problemáticas que existen en este territorio, a pesar de ser la ciudad más rica del país y con mayor presupuesto por habitante, pero con una enorme brecha de desigualdad, producto de una injusta distribución de recursos.

Durante estos ocho años intervine en diferentes áreas, atravesadas por problemas que afectan la vida de diferentes sectores y barrios de la ciudad, y que se vieron reflejadas en las comisiones de las cuales fui parte: Educación, Políticas de Integración y Promoción Social, Cultura, Comunicación Social y Espacio Público, entre otras. En el marco de estas comisiones pude aportar, con proyectos y debates, iniciativas que intentan mejorar la vida de los y las habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, siempre poniendo como prioridad los sectores más vulnerados por la ausencia de políticas por parte del Estado porteño.

Hemos defendido la educación pública, un derecho social inalienable, como prioridad número uno. Durante las gestiones de Macri y de Larreta, la inversión en educación fue disminuyendo en cada proyecto presupuestario. Esto tenía un objetivo claro: el desmantelamiento de la educación pública de gestión estatal en beneficio de la educación privada, provocando múltiples problemas que afectaron al conjunto de la comunidad educativa y por tanto a la sociedad en general. Por esta razón, nos pusimos a la cabeza de la lucha por la falta de vacantes, situación que año tras año fue dejando a más de 25.000 niñas y niños sin un lugar en la escuela, situación provocada por el oficialismo porteño que va de la mano con la concepción de la educación como mercancía, asimilable a cualquier otro bien de consumo cuyo valor está determinado por el mercado. La infraestructura y el mantenimiento edilicio de las escuelas fue decayendo en términos de financiamiento, y la promesa de construcción de 54 escuelas la escuchamos año tras año, pero lamentablemente las obras no fueron realizadas, salvo algunas pocas. El mejoramiento de la educación, con inclusión y calidad, claramente no fue un principio para la fuerza política que gobierna la ciudad desde hace 14 años.

En cuanto a la educación superior, quisieron cerrar los institutos de Formación Docente a partir de la creación de la Universidad de la Ciudad (UNICABA), y con ello terminar con una tradición formadora que educó a todas y todos los docentes que día a día le ponen el cuerpo y garantizan el derecho a la educación de niños, niñas, jóvenes, adultas y adultos.

Con los sindicatos docentes hicimos cambios sustanciales al Estatuto que hoy se reconocen derechos, tales como la licencia por violencia de género o la licencia por adopción. También con los sindicatos estuvimos en cada una de las movilizaciones que se realizaron ante la avanzada privatizadora, y en la Legislatura asumí el compromiso de dar todas las batallas necesarias para que la educación pública tuviera el lugar que se merece en nuestro distrito.

Por otro lado, en Cultura nuestro objetivo fue fortalecer los espacios populares que generan la identidad porteña, reconocida en el mundo entero. El trabajo que realizan miles de artistas en espacios culturales independientes, en murgas y en el espacio público, entre otros, necesitan de iniciativas que brinden seguridad a las actividades y también del fomento a la creación. Por eso desde el día uno en la Legislatura trabajamos junto a los Centros Culturales en una ley que les permitiera llevar adelante sus actividades laborales, sin persecución ni miedo a clausuras. También sostuvimos año tras año el proyecto de ley que brindará seguridad al trabajo que realizan las y los artistas callejeros. Pero no fueron los únicos sectores que abrazamos en nuestro despacho. También presentamos iniciativas junto a la organización que agrupa a las revistas culturales de la Ciudad, con los Clubes de Música en Vivo, Proteatro y Milongas, entre otros.

Desde la Comisión de Políticas de Integración Social, la cual presido hasta el final de mi mandato, durante la primera etapa de aislamiento por la pandemia nos vincularnos directamente con el Poder Ejecutivo de la Ciudad para dar soluciones rápidas y concretas a las personas en situación de calle, a quienes viven en hoteles y residencias y a todas aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Además, continuamos el trabajo que comenzamos mientras fui presidenta de la Comisión de Espacio Público con las organizaciones de personas con discapacidad, para pensar una ciudad inclusiva con propuestas que nacieron desde los protagonistas de la temática. También, para ser debatido en esta misma comisión, este año presenté un proyecto para crear un Sistema Integral de Cuidados para la ciudad.

En cuanto a los temas de género, presenté tres proyectos estructurales que logramos convertir en ley para la construcción de un Estado con perspectiva feminista: la construcción del presupuesto con perspectiva de género; la creación de una encuesta de uso de tiempo; y un sistema integral de cuidados y la medición del aporte del trabajo no remunerado de las mujeres en el producto bruto geográfico de la Ciudad.

Son múltiples las iniciativas que presentamos y que trabajamos. Esto lleva a pensar en la vida que queremos desde una perspectiva de reconocimientos y derechos. Ampliar el horizonte y tener la oportunidad de aportar con esta visión a nivel nacional es lo que me entusiasma de esta precandidatura a diputada nacional. Afortunadamente, contamos con un gobierno nacional que basa su proyecto político en estos principios. Para el Frente de Todxs, los Derechos Humanos no son relativos ni pueden esperar. Justamente en este contexto de pandemia es urgente pensar en convivir con la prevención del COVID-19 y continuar con el desarrollo del modelo económico productivo con equidad redistributiva al que nos comprometimos para garantizar igualdad de oportunidades, individuales y colectivas, fomentando el empleo en igualdad de condiciones de género, en el respeto a los derechos laborales y con una visión de futuro enfocada en la educación y la investigación.

Un proyecto de país de estas características brinda seguridad y certezas a las y los millones de argentinas y argentinos. Esa es nuestra tarea como futuras y futuros diputados nacionales. Somos un proyecto que pone en el centro al ser humano y conoce las necesidades y las diferencias de los diversos territorios de nuestro ancho y largo país.

Ser diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires significa no sólo representar a esta jurisdicción, sino también integrar a la ciudad en decisiones fundamentales que aporten al desarrollo del país, y que con equidad e igualdad podamos ver el crecimiento de todos los sectores productivos y de todas y todos los habitantes de la Nación. En ese sentido, la educación, la investigación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología son pilares fundamentales que estamos decididos a fortalecer en este gobierno y en los que seguirán, porque estamos seguros que continuaremos en este camino de reconstrucción.

Por otro lado, y después de la certera definición que tomó nuestro presidente Alberto Fernández al crear una mesa interministerial sobre temas de cuidados, es el momento de llevar al Congreso Nacional el debate sobre un Sistema Integral de Cuidados que democratice y ponga en valor el trabajo no remunerado de las mujeres que aportan a la economía del país, más incluso que el sector productivo que más aporta al producto bruto interno. Esta discusión la está llevando adelante el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en conjunto con organizaciones feministas, sociales, políticas y sindicales, entre otras, lo que seguramente se convertirá en una gran propuesta que discutiremos en la Cámara con el mayor compromiso.

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