Los desafíos del Frente de Todos este 2021: el cálculo de la democracia, escenarios decisivos en la consolidación legislativa del Frente

Reflexionar respecto de la orientación que tendrían que tener las decisiones del gobierno del Frente de Todos y avanzar en cómo desearíamos que sea nuestro futuro próximo es lo que alimenta la esperanza depositada en la coalición gobernante que nos propuso un proyecto de vida y de comunidad mejor a los frustrantes años neoliberales de la presidencia de Mauricio Macri.

Para poder soñar en grande, también hay que poder reconocer lo próximo, lo inmediato, aquello que está en nuestro poder y en nuestras manos, e implica tener claridad en el objetivo político: atravesamos un año electoral y debemos salir airosos y airosas de él, para poder concretar las transformaciones anheladas. Este año las elecciones son preeminentemente legislativas: el gobierno nacional se juega el sostenimiento de la mayoría en el Senado y, con una Cámara de Diputados de números muy ajustados, la posibilidad de una buena performance que le permita alcanzar el quórum propio y avanzar en los asuntos pendientes: entre otros, la postergada agenda referida al Poder Judicial, dada la dificultad en construir mayorías o el quórum para el tratamiento de determinados temas. En varias provincias también se trata de una renovación de bancas en sus poderes legislativos, y en los distritos locales, las y los ediles que permitirán lograr un escenario más favorable para articular, en los casos de municipios con gobiernos oficialistas, las medidas en pandemia, porque son escasos los municipios que eligen ejecutivos.

Este año 2021 es un escenario decisivo para la construcción de poder y la consolidación de una nueva mayoría para sentar las bases del proyecto político del Frente de Todos en los poderes legislativos nacionales, provinciales y locales. Al menos en el escenario nacional, el llamado “poroteo” que rige el cálculo de la democracia plantea diversos escenarios.

 

El Senado

Las elecciones al Senado nacional se realizarán en ocho jurisdicciones provinciales: las peronistas Santa Fe, Tucumán, Catamarca, La Pampa, Chubut; las opositoras Corrientes y Mendoza; y la peronista no oficialista Córdoba. Cabe aclarar que hay jurisdicciones provinciales peronistas que no necesariamente expresan una adhesión total al proyecto del Frente de Todos, que han manifestado algunas marcas de diferencia con la Casa Rosada. Sin embargo, en general los gobiernos provinciales mantienen puntos de encuentro con el gobierno nacional, a diferencia del cordobecismo que plantea un peronismo visiblemente opositor a Alberto y Cristina.

El peronismo en la Cámara Alta pone en juego 15 de las 41 bancas con que cuenta y que le permiten una holgada mayoría a la hora de dar tratamiento a las leyes. Las provincias que aportan dos bancas son aquellas en las cuales ganar la elección legislativa nacional es clave: Santa Fe, Tucumán, Catamarca, La Pampa, Chubut y Corrientes. Esta última, a pesar de estar gobernada por la oposición, aporta dos senadores del Frente de Todos que finalizan mandato. Las tres restantes bancas que han ingresado por la minoría lo han hecho en Córdoba, Mendoza y Chubut, esta última por el Frente Renovador, que integra la coalición nacional gobernante. El desafío que se presenta es al menos retener el triunfo en seis de los ocho distritos que elegirán representantes en la Cámara Alta, tarea difícil que deberá reflejarse en la estrategia de economía de esfuerzos, privilegiando a estos distritos en el tablero del armado del año electoral y en las acciones de gobierno.

 

Cámara de Diputados

Construir la base para la transformación de la nueva coalición gobernante implica ganar nuevos escaños en esta elección legislativa, para elevar las bancas actuales de 119 a 129, a los fines de alcanzar el quórum propio. En la actualidad se ponen en juego 127 bancas, de las cuales 50 son del Frente de Todos y 60 de Juntos por el Cambio. Los distritos determinantes son la provincia de Buenos Aires, que renueva 35 bancas, 16 del Frente de Todos y 14 de Juntos por el Cambio; Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que renueva 13 escaños: 10 corresponden a Juntos por el Cambio y 3 al Frente de Todos; Santa Fe y Córdoba ponen en juego nueve bancas cada una: de la primera, cinco son de Juntos por el Cambio, tres del Frente de Todos y una del Frente Progresista, y Córdoba tiene cinco bancas en manos de Cambiemos, tres en manos del peronismo cordobés y una del Frente de Todos. Entre Ríos y Mendoza aportan cinco diputados y diputadas cada una. La primera, oficialista, pone en juego tres bancas de Juntos por el Cambio y dos del Frente de Todos, y la segunda, tres bancas de Juntos por el Cambio, una del Frente de Todos y una de Unidad y Equidad Federal.

El panorama entre los distritos más poblados marca un escenario complejo: se ponen en juego 77 bancas, de las cuales solo 26 son del Frente de Todos, y en donde se debe apostar a ensanchar la base de diputadas y diputados electos.

En otras provincias con gobiernos peronistas que han tenido un buen desempeño electoral están en juego 16 bancas del Frente de Todos. Las oficialistas Chaco y Tucumán renuevan cuatro bancas; San Juan, Catamarca y La Pampa ponen en juego tres bancas. Estas provincias aportan, cada una, dos diputados y diputadas nacionales del Frente de Todos, y Santiago del Estero tres. Son distritos que deberán repetir los triunfos alcanzados para retener los 13 escaños que sostienen a la coalición gobernante en el nivel nacional. Lo mismo sucede con las oficialistas Formosa, Chubut y Tierra del Fuego, que aportan dos bancas cada jurisdicción, donde una es del oficialismo y la otra de la oposición, sumando en conjunto tres bancas más.

Las oficialistas Santa Cruz y La Rioja podrían mejorar la performance electoral: de tres diputados o diputadas que aportan cada una, solo uno de los que van a renovar es del Frente de todos actualmente, con lo que suman dos bancas más que el oficialismo en juego.

Neuquén, Corrientes, Misiones, Jujuy y Salta, con gobiernos provinciales distintos a la coalición gobernante, ponen en juego tres bancas cada una. Actualmente el Frente de Todos pone en juego una banca en cada una de esas provincias, lo que suma cinco escaños. En Río Negro, de dos bancas, una es del Frente de Todos.

El panorama complejo que abre este poroteo son los cimientos sobre los cuales se construirá la agenda de la Argentina pospandemia, y las posibilidades del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández a la hora de proyectar los cursos de acción del gobierno con la capacidad de construir las mayorías parlamentarias necesarias. Es conocida la vocación de diálogo del presidente, y la capacidad de convocar a todas las fuerzas políticas, pero también es conocido el rol que jugó la oposición en la pandemia y los cuestionamientos a cada medida planificada para cuidar la salud de cada argentino y cada argentina.

 

El voto voluntario de la juventud en 2021

De acuerdo con la Constitución Nacional, las provincias tienen la potestad de dictar su propia Constitución bajo el sistema representativo republicano para regular su orden político e institucional, lo que hace que las reglas de juego en la elección sean diferentes en cada territorio. Las provincias que han incorporado el voto joven a su orden jurídico son Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, La Rioja, Salta, Misiones, San Juan, San Luis, Tucumán, Río Negro, Tierra del Fuego, Santiago del Estero y Santa Cruz. En ellas, las juventudes eligen representantes en su comunidad local o en su jurisdicción provincial, al tiempo que lo hacen para definir el proyecto de país que quieren vivir. El Frente de Todos deberá brindar una opción que permita a las y los jóvenes la posibilidad de sentirse parte de un proyecto de vida en la comunidad en que se desarrollan, consciente de que muchos de ellos y ellas están en los últimos años de sus estudios secundarios y están prontos a ingresar –o lo han hecho ya– en un mundo del trabajo con una entrada muy difícil: esto debe estar contemplado en la propuesta electoral.

En los distritos de Santa Fe y Corrientes los y las jóvenes entre 16 y 18 no pueden ejercer el derecho al voto en los ámbitos locales. Deberán tener una especial atención para el gobierno nacional, para convocarlos y convocarlas y valorar su participación, ya que el desacople en la normativa para la elección de autoridades puede llevar a las de orden local a desestimar su invitación al ejercicio democrático. En términos generales, y más en tiempos de pandemia, es decisiva la participación de las generaciones de menor riesgo epidemiológico, comprendiendo que el escenario sanitario puede desalentar la participación por temor al contagio.

 

Sistemas electorales, entre lo nacional y lo local

Fue reciente el pronunciamiento de la Cámara Nacional Electoral que se inclina favorablemente a la boleta única, y la considera una herramienta más practica en el escenario sanitario actual. Difícilmente encuentre prioridad en el debate del Congreso Nacional la definición de modificar la boleta actual por una boleta única, aunque es real la convivencia de instrumentos de votación en distritos como CABA, Neuquén y Salta, con boleta electrónica; y Córdoba y Santa Fe con boleta única. El casa a casa de la boleta partidaria será la gran limitante en tiempos de pandemia. La realidad se ha virtualizado, porque cualquier contacto puede ser potencial factor de expansión del virus. Las provincias que ya conocen la convivencia de ambos instrumentos y han desarrollado campañas de modo diferente tal vez tengan saberes para aportar a la manera de diseñar una campaña electoral en tiempos de COVID-19.

 

PASO en lo local y reclamos de suspensión nacional

Las provincias de Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, La Rioja, Santiago del Estero y Tucumán no tiene primarias abiertas, simultáneas y obligatorias a nivel jurisdiccional; y en la provincia de San Luis no son obligatorias. Dicha situación presiona la arquitectura electoral nacional. Se han realizado insistentes pedidos de suspender esa instancia electoral en la pandemia. Sin embargo, aún se encuentra la voluntad de continuar con las PASO en el plano nacional. Eso requiere observar una estrategia particular para avanzar en los distritos donde esa votación no estará acompañado del protagonismo de la renovación de autoridades locales y condiciona la foto de cara a las elecciones generales.

Las demandas y las expectativas de la sociedad aún no han podido ser cumplidas plenamente por el gobierno de Todos. El panorama no sólo se ve agravado por la pandemia, sino por la condición con que el gobierno encontró al Estado cuando asumió. Es claro que esta oposición que hoy nos critica férreamente gobernó recientemente, y la ciudadanía nos eligió por su pésimo desempeño en la gestión de lo público. Es imperioso mantener encendida la llama de los sueños y las esperanzas del país que propusimos y queremos reconstruir. Para eso es importante diseñar para cada territorio la mejor estrategia en función de lograr el objetivo del 2021: un buen desempeño electoral que permita sentar las bases del poder parlamentario que necesitamos para el país que vinimos a poner de pie.

 

Franca Bonifazzi es licenciada en Ciencia Política (UNR) y magister en Políticas Públicas para el Desarrollo con Inclusión Social (FLACSO), actualmente directora de Capacitación y Desarrollo de Carrera del Ministerio de Defensa de la Nación.

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