GRAMÁTICAS Y CARTOGRAFÍAS DEL SUR

En tiempos donde parece más fácil definir que descifrar, nos proponemos pensar desde el sur. Definir y adjetivar no es lo mismo que descifrar. Descifrar es nombrar y pensar. Pensar el sur. El sur es inmenso y precisamos de todas nuestras amorosidades y valentías para pensar las inmensidades.

Parafraseando una vez más a Evita, los amores que alargan las miradas de las inteligencias. Parafraseando a otra sureña, Gabriela Mistral, las inteligencias sin amores crean monstruos y muertes.

Pensar el sur es al mismo tiempo ser sur. Pensar desde el sur del ser. Pensar y ser con todos los sentidos. Pensar el ser con todos los sentidos. No hay un (único) sentido. No se trata de esencias sino de existencias. Existenciar en el sur, existir con otras y otros, reexistencias comunitarias. Construir comunidades, es decir común unidades. La comunidad y la común unidad, la unidad en común. Las mutualidades, lo comunitario y los dones.

¿La(s) comunidad(es) está(n) organizada(s)? Las comunidades están siendo plurales. Por ello se inventan, se articulan, se crean y recrean. Estas comunidades se atraen y rechazan. Entonces anhelamos “kipuar” las diferencias, las diversidades con distintos colores. Tramas, tinturas y texturas de las (id)entidades del sur

Comunidades que se expresan en distintas lenguas, y entonces pensar las lenguas de las comunidades. Pensar el sur es pensar las lenguas que pronunciamos y las que dejamos de enunciar. Las lenguas perdidas y los nuevos lenguajes.

Estar siendo comunidades entre generaciones. Las generaciones y los géneros. Las pedagogías y los géneros. Las pedagogías como un género epistolar. Enviamos cartas, manifiestos, escrituras profanas y sagradas a los pasados, a los presentes, a todos los presentes y al porvenir, a las y los por-venires, es decir a quienes están por nacer. Las políticas y las pedagogías como nacimientos.

Pensar desde el sur es pensar en los límites, en los límites del pensar. Pensar desde el sur, es un pensar en las orillas, pensamientos orilleros. Pedagogías orilleras. Pedagogías ambulantes. Pedagogías en movimiento. Los movimientos pedagógicos. Los movimientos sociales. Los movimientos y los partidos. Es preferible andar en movimiento que estar partido. Los movimientos de los textos, los textos en movimiento.

Moverse en los límites y en las orillas. Estar siendo equilibristas entre las singularidades y las pluralidades. Estar siendo equilibristas entre los singulares y los universales. Los límites y las orillas construyen otras geografías y otras cartografías. Gramáticas y cartografías del Sur. Gramáticas éticas y políticas.

Allí donde prima la vida, las vidas que desbordan las orillas y los límites. Nuestro (pre)supuesto es el amor y la igualdad. El amor a la igualdad. Para que reine en el pueblo… ¿el amor y la igualdad reinan sobre el pueblo? ¿O el pueblo es soberano si reinan las igualdades y las amorosidades?

Por eso no aceptamos presupuestos que quieren convertir nuestras vidas en desechos. Vidas desechadas. Vidas sin haceres ni sentires, vidas des-echadas. Por eso le decimos que no a los presupuestos que desprecian nuestras vidas. Vidas despreciadas y depreciadas. No a los presupuestos que precarizan nuestras vidas. Vidas precarias y precarizadas.

Escribir sobre las vidas, escribir vidas en contextos de muerte. Escribir sobre las libertades para que no nos determinen agendas. ¿Es necesario responder a todas las provocaciones? ¿No es deseable crear nuestras y nuevas iniciativas? Los deseos, las promesas, los proyectos. Los horizontes de libertades, igualdades, de derechos y deseos. Escribir una gramática de derechos y deseos.

Afirmar que las igualdades no son sólo económicas, las igualdades ponen en entredicho a las jerarquías. Las jerarquías tranquilizan. Las jerarquías y los privilegios. Las propiedades y las jerarquías. Las propiedades de las jerarquías. Las ordenanzas y los (des)órdenes.

Convidar lecturas otras, pensamientos otros que no sean ordenados. Los pensamientos pueden ser un convite.

Las vidas desbordan los excels. Las vidas y las biografías. Las biografías están siendo las vidas narradas. Narrar nuestras vidas. Las abuelas nos cuentan. Cada vida cuenta. Narrar y contar quienes estamos siendo. Estar siendo (en) el sur.

Gramáticas ensoñadoras e imaginativas. Imaginar las existencias y soñar las reexistencias. Las vidas y las imaginaciones. Imaginar otras vidas, otros mundos. Mundos imaginarios.

Si las geografías son los dibujos de las tierras, si existen las geopolíticas y si alguna vez Kusch escribió geocultura. Nos animamos a pronunciar geonarrativas. Nos animamos, nos asomamos y entonces (nos) asumimos. Geonarrativas es el nombre de leer desde el sur. Leer desde el sur es problematizar las lecturas mientras leemos. No son sólo relecturas, ni metalecturas, es inventar lecturas.

Las verdades no son imposiciones, son posiciones. Las lecturas y las verdades como ficciones y fricciones.

Las lecturas y los ensayos. Los ensayos de (las) lecturas. Ensayar escritos, ensayar obras, ensayar políticas y pedagogías. Ensayos latinoamericanos. La teatralidad de las políticas, la teatralidad en la política. Las ficciones teatrales, los ensayos y las improvisaciones.

La teatralidad no es necesariamente show. Y sin embargo la farsa. Si la historia se repitiera sería dos veces tragedia.

La modernidad-colonial impuso una manera de pensar dicotómica, binaria. Una disección entre el pensar y el sentir, una zanja entre la civilización y la barbarie. Una herida jerárquica que sostiene que hay razas superiores.

Gramáticas raciales y racistas. Pensamientos binarios, la letra o es binaria. Libros o alpargatas, argentinas y argentinos o extranjeras y extranjeros, trabajadoras y trabajadores o militantes, civilización o barbarie. Si hasta quieren reactualizar la Ley de Residencia. Miguel Cané no fue sólo el autor de Juvenilia.

La modernidad-colonial también puede ser farandulesca. Los artificios de las distinciones. Los espectáculos como políticas falsificadas.

¿En qué momento (se) pudieron separar las igualdades de las diferencias? ¿Cómo conviven las desigualdades y las diversidades? Una lengua espectacular que quiere confundir desigualdades con diferencias. Y el nombre de las desigualdades aparece como pro-puesta.

Las desigualdades y las indiferencias. Las indiferencias ante las desigualdades. Las indiferencias y no querer saber. ¿Es acaso en las escuelas, los colegios, donde se enseña a no ser indiferentes? Decimos también que las educativas no son las únicas instituciones donde se enseña y se aprende. Los medios y los miedos.

Desde el sur proponemos un saber querer, querer saber. Los conocimientos y los afectos. Los afectos y los efectos de los conocimientos.

La letra con sangre no entra. Leer las ternuras de Martí. Comprender el eros tabordiano. Defender y elogiar a Paulo, ya que el reciente presidente electo de Brasil aseguró que va a entrar con un lanzallamas al Ministerio de Educación para eliminar todo vestigio de Freire.

Sucede que un nuevo gobierno ya nace viejo. Es (de) vetusto intentar interrumpir las transmisiones entre generaciones. Los pensamientos (pedagógicos) no se queman.

Las colonias y los odios. Pensar los odios, los odios desatados y habilitados. Conocemos al menos dos modos de leer los odios, como pasiones que deben ser comprendidas y entonces dirigidas, elegir bien a qué o qué se odia; o como sentimientos que se pueden volver en contra, quedar encerradas y encerrados en el odio, como quien está encarcelada o encarcelado. Un odio rumiador. ¿Acaso desde el odio se piensa mejor?

Pensar lo colonial, mejor pensar las colonialidades. Expoliaciones económicas y colonialidades del saber.

La colonialidad del ser puede leerse como denuncia o como práctica conquistadora. Colonizan nuestros anhelos. Nos hicieron creer que no tenemos derecho a tener deseos.

El concepto decolonial no existía aún cuando comenzaron las experiencias descolonizadoras. Las resistencias y las reexistencias. Contra el ego conqueror, logos, eros y mitos. Contra los egos conquerors, amores e inteligencias. Inteligencias amorosas, amorosidades inteligentes.

Preguntarse por lo que fuimos capaces de ser y de hacer. Reconocer que las patas en la fuente fue una experiencia irreverente, decolonial. Reconocer que también hubo otras patas y otras fuentes en tiempos de peronismos recientes. Las fuentes pueden ser también las de las historias. Los mitos de orígenes, los orígenes de los mitos.

Existen historias peronistas que ya están en los manuales, en las escuelas, parafraseando a Kusch, en la última unidad de quinto año, junto al ser. Que ya son narradas de generaciones en generaciones. Narraciones orales y escritas. Letras y canciones, bombos y marchas. Marchas y marcas. Huellas políticas y pedagógicas.

Existen otras historias que todavía estamos sublimando. Los tiempos de los recientes peronismos. Peronismos recientes y resistentes. Peronismos reexistentes. Lo liminar de otros subsuelos sublevados. Lo que aún no podemos aprehender. Cuando pensamos que estamos nombrando se nos vuelven a escapar los conceptos. Nos aguardan más textos, más análisis, más interpretaciones, más comprensiones. Nos aguardan más tiempos, otros tiempos.

Los tiempos y las interpretaciones, las interpretaciones de los tiempos. Los tiempos y las comprensiones, las comprensiones de los tiempos.

Estos son nuestros años de aprendizaje, diría Goethe. Tiempos de organizaciones, las organizaciones y los tiempos. Vencer y con-vencer. Vencer-con otras y otros. Tiempos de descifrar, tiempos a descifrar. Tiempos de invenciones y creaciones.

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