Un libro dador de sentidos

 

Reseña del libro coordinado por Ana Zagari: Rodolfo Kusch. Esbozos filosóficos situados. Buenos Aires, CICCUS, 2020, 208 páginas

“Este libro es a la vez deudor y dador de los sentidos de toda una corriente de la filosofía latinoamericana, la del pueblo que quiere liberarse”, dice Ana Zagari en su introducción al libro Rodolfo Kusch. Esbozos filosóficos situados.

“El mundo es un hervidero espantoso”, afirma Kusch en su América Profunda. ¿Por qué insistir con Rodolfo Kusch en 2020? ¿Por qué juntarnos rosarinos, bahienses, urbanos y conurbanos, para insistir con Kusch? Porque el mundo es un hervidero espantoso, porque las políticas de la maleza están siempre al acecho, con su economía del cálculo, con su globalización, con la estadística de su progreso, con sus riquezas descomunales frente a la descomunal pobreza. Juntarnos en nombre de Kusch para conjurar las políticas de la maleza; empeñarnos, tozudos, en nuestro estar nomás; obstinarnos en nuestra tierra; filosofarnos en nuestra lengua.

Kusch lee Occidente a contrapelo, lo lee desde el sur de América, lo lee desde la profundidad, desde sus fuerzas bestiales: sobre la identidad, elige el mestizaje; sobre la idea, el hedor; sobre la vista, elige la escucha; sobre el porteño, le sale el indio; sobre la idea de la razón, le brota el pueblo. También nosotros, en estos Esbozos filosóficos situados –cada uno a nuestra manera– intentamos, más que leer a Kusch, desandar la filosofía al modo kuscheano, pensar con los signos salvajes heredados de Kusch, pensar a Kusch mismo como un signo salvaje: leer(lo) desde el modo del contrapelo, del sur, de la profundidad, de la mezcla, del hedor, del peronismo, del pueblo.

El título mismo lleva uno de los signos salvajes: el esbozo. Esbozo de una antropología filosófica americana es uno de los textos de Kusch. El esbozo es un signo salvaje, que señala la lectura a contrapelo del método, a contrapelo de la teoría. Un esbozo nace para negarse, para desplegarse, para reescribirse, nace múltiple y abierto, impreciso por definición, figura reducida y posibilidad plena. En Kusch el esbozo es un signo salvaje. La filosofía se hace a esbozos, volviendo sobre sí, se hace a bocetos, a gestos, esquivando la cripta de la teoría, el vacío de la idea, la asfixia de la definición.

Todos los artículos del libro retoman algún signo salvaje. En todos los artículos hay algo de esa fuerza bestial con la que Kusch lee las profundidades de América. Todos los artículos asumen un poder contestatario: el retorno de lo que ha sido sistemáticamente negado en la filosofía, en la política, en la pedagogía.

La primera parte del libro está a cargo de Ana Zagari. En ella pueden leerse cuatro movimientos: un paso introductorio, donde Ana marca la estructura del libro, presenta a las y los autores, sitúa a Kusch en nuestra trayectoria y en su propio trayecto: desde el inicio de su recorrido filosófico, recogiendo los frutos de muchas investigaciones pasadas, las semillas de las investigaciones presentes y las tierras fértiles de las investigaciones por venir; un paso introductorio donde Ana menciona con admiración a sus referentes y con generosidad a sus discípulos y discípulas; un paso introductorio donde la filosofía es una herencia y el pensamiento, una forma privilegiada del amor al mundo. Un segundo movimiento recoge muchas de las ideas trabajadas en una investigación titulada Rodolfo Kusch. Un pensador extemporáneo, que tuvo lugar entre los años 2006 y 2010, dirigida por Ana y de cuyo equipo formé parte. En un tercer movimiento, en el artículo titulado La invención de categorías para pensar-nos, Ana recorre la herencia semántica de Kusch, recorre su aparato conceptual, disponiéndolo sobre el concepto de geocultura. Finalmente, hay otro movimiento en el artículo Olvido y ausencia, un movimiento de puesta en cuestión del pensamiento kuscheano que podría enunciarse en una pregunta: ¿por qué la geocultura de Kusch olvida la Patagonia?

En el artículo Pensamiento estético, dialéctica negativa y fagocitación. Afinidades electivas entre Kusch y Adorno, Federico Mitidieri propone leer a Kusch como un pensador de la teoría crítica. Propone pensarnos no idénticos, mestizos, inadaptados, desgarrados, creativos. “Pensar filosóficamente es tanto como pensar intermitencias, ser perturbado por lo que el pensamiento no es, por lo otro del pensamiento, por lo que no es sujeto. La fuerza del pensamiento para no nadar con la corriente es la fuerza de la resistencia contra lo prepensado”. En este sentido, Federico encuentra en Rodolfo Kusch todo el potencial que la teoría crítica pierde después de su primera generación de pensadores.

En La metáfora vegetal en Rodolfo Kusch: algunas consideraciones, Rebeca Canclini trabaja los vínculos entre la cultura y lo arbóreo en la noción kuscheana de geocultura. Rebeca elige un verdadero signo salvaje: lo vegetal, “la metáfora vegetal trastoca los fundamentos de la metafísica occidental que, desde Aristóteles, ha entendido el lugar como accidente de la sustancia”. Rebeca va de lo vegetal al suelo; del suelo al espacio geocultural; de la geocultura a la constitución de los colectivos americanos como pueblo; finalmente, de los pueblos americanos a la justicia social.

El artículo de Martín Lavella es todo un hallazgo original: El peronismo asambleario: el Frente Peronista de Liberación Cultural “Hugo Arrieta”. Martín recorre una serie de documentos y textos del Frente Peronista de Liberación Cultural ‘Hugo Arrieta’, coordinado por Rodolfo Kusch. Martín analiza pormenorizadamente la cuestión del peronismo en la obra de Kusch y presenta la propuesta doctrinaria y programática del “peronismo asambleario” del Frente Arrieta.

En Perspectivas de una pedagogía geoculturalmente situada, Javier Rio pone en diálogo a Rodolfo Kusch y a Paulo Freire para “pensar una pedagogía situada desde el diálogo, el encuentro y el abrazo intercultural”. Javier echa luz sobre algunas cartas del archivo de la casa de Maimará que vinculan a Kusch con el Instituto de Investigación Cultural para la Educación Popular, así como el modo en que Kusch recibe la obra temprana de Paulo Freire.

En Tolerar al diablo: heder, negar, fagocitar en la filosofía de Rodolfo Kusch, contra la filosofía oficial, intento leer en Kusch una ontología mestiza; contra el método oficial, la fagocitación: reconocer lo ajeno, rodearlo con lo propio, ingerirlo, in-corporarlo; contra la disyunción oficial de la filosofía ser o no ser, el imperativo kuscheano maíz o maleza. Si alguna filosofía pudiese hacerse de este lado, esa sería la sabiduría del hombre-en-no-mismo, de las cosas precediendo al hombre, el hombre precediendo al ciudadano y el ciudadano precediendo al mercader.

Anteceden a los artículos dos prólogos generosos, de Pepe Tasat y de Iván Ariel Fresia, que acompasan el ritmo del libro y lo anuncian amorosamente.

Rodolfo Kusch. Esbozos filosóficos situados es un libro deudor de una filosofía que afirma su estar en los bordes negados de Occidente, que resiste, que se libera. Esperamos que pueda ser, también, un libro dador de sentidos.

La revista Movimiento se edita en números sucesivos en pdf que se envían gratis por email una vez por mes. Si querés que te agreguemos a la lista de distribución, por favor escribinos por email a marianofontela@revistamovimiento.com y en asunto solamente poné “agregar”

 

Share this content:

Deja una respuesta