XVI, un poema de Flor Codagnone

a Milagro Sala

 

Porque llovemos
y sangramos
hay un peligro
en las mujeres,
en nuestra hechura, ¡ay,
de nosotras!
Llevamos el agua
a los rincones, traemos el rocío.
Comerciamos humedades
con nuestras sombras.
Y, somos el verde que brota
en la arena. Somos
la carne sin medida,
las negras, las indias
las putas, la sospecha
por la que se comete el delito.
Somos el aire,
somos la casa de leche
y de nosotras
te alimentaste. Tu odio
pretende llevarnos
enjauladas como pájaros,
pero, mientras vos librás tu guerra
y destruís las libertades,
nosotras, las del agua,
las peligrosas, acampamos en la noche
del vientre, bailamos en el fuego,
nosotras, las de la tierra,
hacemos pan del milagro.

 

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