Lo difícil es seguir escribiendo

Foto: Joshua Dudley Greer

 

“En este domingo
sin orillas,
la huella de dolor es mínima”.
Desde que pagué la suscripción para videollamadas,
las palabras de los amigos
volvieron a ser parte de una voz.
Subsiste un aftertaste
metálico,
es cierto,
pero se soporta.

Necesitaba estabilidad y creí encontrarla
en un cuaderno Avon.
Con una Bic escribí que
la histeria
es la historia del hombre
y una frase que a vos te encanta:
¡hay que descartar a los giles!

Que la chupen los periodistas:
recomiendan que
para leer poemas,
mejor andar distraído.
No vaya a ser que te entre una bala.
No serías responsable,
llevarías al colapso el sistema de salud.
No entendieron que
en cuarentena,
más vale una buena paja
que mil
pajitas de mierda.

Vivimos en un país de hombres vehementes.
El Toto
hizo un asado entero puteando a Francis Mallmann
y Alfredo Coto se jacta de haber convencido a todos los argentinos
de que su supermercado
es el más barato.

(¿Quién iba a decir
que, al final,
lo único sólido era la poesía?)

Ah:
evitá decirle a tu novia que sos un tipo moderno
cuando te indica que estás lavando mal los platos.

 

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